La pasada semana nuestros técnicos e ingenieros se desplazaron a Mouriès, un pueblo de la provincia de Boca del Ródano situado en la Provenza Francesa. Concretamente a visitar a una importante cooperativa agrícola de la zona, compuesta por 10 agricultores con unas 300 hectáreas dedicadas al cultivo de árboles frutales de hueso duro (nectarina, melocotón y albaricoque). La cooperativa tiene la intención de probar un tratamiento foliar con agua ozonizada en sólo 2 hectáreas, con problemas de hongos e insectos sobre todo, realizando un seguimiento por el técnico agrónomo de la cooperativa hasta la conclusión de la cosecha, que está prevista para finales de agosto.

La puesta en marcha del generador de ozono GZO20-DT fue perfecta, montada en un viejo pulverizador de 2.000 litros que previamente limpiamos. El agua de pozo es de buena calidad con 7 de Ph (medida de acidez o alcalinidad de una disolución) y muy poca materia orgánica, con unos 200 MV (Milivoltios) de Redox aproximadamente. En pocos minutos conseguimos subir a más de 900 MV en la cuba. 

Las inclemencias del tiempo con una velocidad del viento de más de 70 km/h impidieron probar el atomizador en el cultivo, debido a que en Francia la normativa no permite la pulverización con vientos superiores a 18 km/h. Hemos coordinado con el técnico agrónomo un plan de pulverización con agua ozonizada integrándola con la planificación de productos químicos tradicionales.

La fábrica dispone de una alta tecnología con sensores ópticos, capaz de procesar en sólo 4 meses de producción unas 8.000 toneladas de la producción anual de la cooperativa.